MI ETERNA PRIMAVERA
Ella la de sonrisa hermosamente triste.
Ella llegó como la hermosa noche así de pronto.
Tan perfecta para mi alma, tan exacta para mis ojos.
Mi alma gemela, mi perfecta compañera de baile, solo si el mundo fuera perfecto.
Y No pude romper el hechizo de esa mirada.
No pude transformar sus noches, tristes e insondables.
No pude salvar su alma, el colapso de su mirada.
Un trozo de mi alma también se fue con ella.
Pero un día quizás o mejor una noche.
En otras circunstancias, en otra época o quizás en otra vida.
Bailaremos, cantaremos, reiremos, soñaremos, como aquella noche en ese balcón mientras mirábamos el mar.
En esa noche de brisa, oscura, perfecta de primavera eterna, eterna como su sonrisa.
"A, A. Franco"
